La plasticidad cerebral: qué es y para qué sirve

Sebastián García
A pesar de los grandes avances que se han hecho sobre el cerebro, aún hay sigue habiendo misterios que quedan por saber de su funcionamiento o con relación a otros campos. En primera instancia, si se ve desde una perspectiva externa, podríamos decir que los cerebros son todos iguales estructural y anatómicamente hablando, pero el funcionamiento de los circuitos neuronales es diferente según los entornos y experiencias que se han vivido.
Hemos hablado con anterioridad de la influencia del cerebro en la educación, pero hoy hablaremos en detalle de algo en específico: la plasticidad cerebral. Este concepto hace referencia al modo en el que nuestro sistema nervioso cambia a partir de su interacción con el entorno, es decir, (...) percibe el mundo y actúa sobre él de una manera diferente, dependiendo de la secuencia de contextos que le toque vivir, recibiendo constantemente un flujo de estímulos y acciones Constantemente estamos recibiendo estímulos y emitiendo acciones que modifican el entorno, y todos estos procesos hacen que nuestro encéfalo se vaya modificando (Trigla, 2016).
Hubo un tiempo en que se creía que la plasticidad cerebral era exclusiva de la infancia, ignorando el resto de los periodos de la vida de la persona, pero se demostró que la plasticidad neuronal se mantenía durante la edad adulta. Pero, como dice Juárez (2021), por cuestiones evolutivas, el sistema nervioso exhibe mayores niveles de plasticidad durante las etapas más tempranas del desarrollo, en comparación con la etapa adulta. Esta propiedad adaptativa se divide en dos tipos: estructural y funcional.
Plasticidad cerebral estructural: se define como la capacidad que poseen las neuronas para modificar sus componentes estructurales, a través de mecanismos epigenéticos y por efecto de la experiencia. El aprendizaje constante produce la formación de nuevas conexiones sinápticas y en consecuencia, los circuitos neuronales se ven fortalecidos.
Plasticidad cerebral funcional: refiere a la capacidad de regiones cerebrales para modificar sus propiedades funcionales; fundamentalmente regiones corticales. Estos cambios pueden ocurrir por efecto de procesos de aprendizaje o ante un mal funcionamiento causado por un daño cerebral.
Con los años se han ido averiguando varias formas de mejorar la plasticidad cerebral, sobre todo en las personas de tercera edad, ya que hay una pérdida de sinapsis neuronal al ir envejeciendo, disminuyendo la resiliencia a través de los efectos perjudiciales acumulativos del estrés sobre la neuroplasticidad. Según el personal de Psycology Today (s.f.), una forma de mejorar la sinapsis cerebral es con la actividad física, realizando ejercicio como el aeróbico, que ayuda al cerebro y al corazón. Otros ejemplos:
Participar en interacciones sociales positivas
Participar en actividades novedosas
Jugar
Estar en ambientes enriquecedores y estimulantes
Practicar y repetir actividades positivas, incluso ensayarlas mentalmente
Participar en estrategias de entrenamiento mental como la meditación de atención plena
Desarrollar un sentido de propósito en la vida.
Referencias bibliográficas
Trigla, A. (2016, 10 de noviembre). Plasticidad cerebral (o neuroplasticidad): ¿qué es? Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/plasticidad-cerebral-neuroplasticidad
Juárez, V. (2021, 22 de febrero). Plasticidad cerebral, qué es, tipos y evolución. Mente y ciencia. https://www.menteyciencia.com/plasticidad-cerebral-que-es-tipos-y-evolucion
Psycology Today. (s.f). Neuroplasticidad: cómo estimular la neuroplasticidad. Psycology Today. https://www.psychologytoday.com/es/fundamentos/neuroplasticidad#neuroplasticidad-en-la-vida-cotidiana